Cuando llegué a la universidad todo era pura emoción.
Piensas que todo va a ser política, política y un poquito más de política (eso
porque estudio ciencia política). Las platicas con los compañeros nuevos de
porqué mi carrera, las opiniones, el intercambio de experiencias, el curso de
inducción, las facultades que por si solas son un campus diferente, todo eso
inevitablemente te emociona y te hace sentir niño grande, pero de pronto,
cuando menos lo esperas cae como una bomba atómica algo que llamamos la realidad,
no es que sea mala onda, pero van a dejar el tronco común para tercer o cuarto
semestre.
En el primer semestre de clases vas a tomar mínimo dos
materias total y completamente inservibles, y una que si quieres puede ser barco
o puedes aprender. Las primeras dos son:
a)
Razonamiento Cuantitativo
b)
Idiomas
La tercera es una materia que se llama español. Esta materia
puede, al principio, causarnos bastante desagrado después de lo inservible que
fue en la prepa, pero en este caso particular, con Sergio, la cosa cambia
bastante.
Al principio uno puede pensar lo siguiente: “No pinches
mames…” que en realidad fue lo que yo pensé. Creí que la materia significaría desperdiciar 50 minutos de los
lunes, los miércoles y los viernes de mi vida durante un semestre, peeeero la
realidad es que no fue así, conforme pasaban las clases esta materia se volvió en
lugar de un martirio un alivió, aquí se me olvidaron las preocupaciones, aquí
se me olvido el mal humor, aquí se me olvido la cruda del día pasado, pero más
importante aquí se me olvido que estaba en la universidad.
Sergio tiene una gran capacidad para hacerte trabajar, cosa
que note desde el principio, pero nunca amenazado o regañando, sino
persuadiendo a que tuvieras por ti mismo las ganas de querer hacerlo. Pero no
significa que todo lo haces tu, al contrario, parece que Sergio trabaja por ti,
con la cantidad de herramientas que te entrega todo se vuelve fácil, y para
cuando te das cuenta ya estas usando estas herramientas en todos lados, no solo
en las materias, sino utilizándolas para aprender más de la vida diaria.
Sergio y su clase valen tanto la pena que voy a volver a
meter con él para el semestre que viene.